15.02.2016
La belleza de Montevideo, su puerto y las conocidas «llamadas del carnaval rioplatense» fueron motores de nuestro viaje. Finalmente estábamos en la capital uruguaya listos para festejar el carnaval al ritmo del Candombe.
Llegamos a la terminal de ómnibus después de 2 horas y media de viaje desde la ciudad de Colonia, el pasaje nos costó 335 pesos uruguayos cada uno, niños menores de 6 años no pagan.
Un colectivo de línea que se toma frente a la salida de la terminal nos llevó hasta la ciudad vieja. Mediante el sitio de airbnb alquilamos una habitación en la casa de una señora muy simpática, Anita. Pagamos unos 20 dólares diarios, con desayuno incluido y servicio de wifi.
Estábamos en cercanías del puerto, en la peatonal Pérez Castellano, esta calle fue la primera de la ciudad, acceso directo al mar. Paseando cerca de casa era normal escuchar las sirenas de los cruceros llamando a sus pasajeros que aún se encontraban de paseo por las largas peatonales.
A metros de donde nos hospedábamos se encuentra el antiguo mercado del puerto, construido en el año 1865 cuando un comerciante español se estableció en Montevideo con el fin de abastecer a los barcos que llegaban. Hoy por hoy dentro de la estructura del mercado funcionan restaurantes y bares que sirven, en su mayoría, la especialidad del lugar, las carnes a la parrilla.
Caminado por las peatonales uno puede disfrutar de las fachadas de los viejos caserones estilo colonial, muchos de ellos abandonados al tiempo y de construcciones de los años 20, como por ejemplo el edificio donde estábamos alojados.
La peatonal Sarandí, con muchas de sus paredes dibujadas, nos llevó hasta la plaza Independencia en el centro de la cual se encuentra el mausoleo y una estatua ecuestre del libertador Uruguayo, José Artigas.
Desde el centro de la plaza se puede apreciar la magnitud del Palacio Salvo, diseñado por un arquitecto italiano e inaugurado en el año 1928. La plaza Independencia divide por un lado la parte antigua y por el otro el centro comercial de la ciudad.
La puerta de Ciudadela, lo que en el pasado fue la muralla de la ciudad vieja, construida a partir del año 1742, da la bienvenida a sus visitantes.
Largas caminatas por su malecón con vistas infinitas hacia el horizonte acompañaron nuestras tardes. Por las noches salimos en busca del tradicional carnaval de Montevideo.
Nos dirigimos al conocido barrio Sur, un barrio con una importante historia cultural, donde afro uruguayos que vivían en los conventillos, grandes caserones de inquilinato, comenzaron a festejar año tras año las «llamadas» al carnaval.
Agrupaciones de Candombe, expresión musical afro uruguaya, desfilan por las calles.
Grupos de tamboreros, banderilleros, bailarinas y bailarines llenan de vida, música y color los barrios Sur y Palermo.
El barrio Sur, completamente transformado, se encontraba vallado. Los vecinos colocan sillas en sus veredas donde asisten el desfile. Cada uno tiene su lugar y su silla, que lleva de su propia casa para si, su familia y sus amigos.
En las terrazas de las antiguas casas se habían organizado espacios para ver el espectáculo, alquilados por los proprios dueños.
Con el correr de los años, ya 60, las llamadas fueron ganando importancia y hoy en día el evento viene organizado por la municipalidad de la ciudad y viene transmitido por la televisión.
La única manera de disfrutar el espectáculo era comprando un lugar en unos de los palcos que se habían montado para el evento o alquilando una silla a algún vecino.
Hablando con los vecinos del lugar conocimos a la señora Ana María que nos invitó a mirar el espectáculo juntos a su familia. Así fue como por dos días seguidos el barrio Sur nos adoptó.
Las vallas del lugar se cerraron y cerca de las 20:30 comenzaron las llamadas.
El sonar lejano de los tambores comenzaba lentamente a acercarse. Por primeros los banderilleros, con banderas y escudos de la comparsa, envolvieron el publico expectante. Las bailarinas con sus trajes coloridos empezaron a desfilar juntas a una series de característicos personajes del carnaval. Finalmente grupos de hasta 60 tamboreros, vestidos y pintados con los colores de la comparsa, desfilaron representando la fuerza viva del candombe uruguayo.
Aquí puedes encontrar una descripción detalladas de todos los divertidos personajes del carnaval que acompañan las comparsas http://candombe.info/Personajes.html
El sonar lejano de los tambores comenzaba lentamente a acercarse. Por primeros los banderilleros, con banderas y escudos de la comparsa, envolvieron el publico expectante. Las bailarinas con sus trajes coloridos empezaron a desfilar juntas a una series de característicos personajes del carnaval. Finalmente grupos de hasta 60 tamboreros, vestidos y pintados con los colores de la comparsa, desfilaron representando la fuerza viva del candombe uruguayo.
Aquí puedes encontrar una descripción detalladas de todos los divertidos personajes del carnaval que acompañan las comparsas http://candombe.info/Personajes.html
Después de ver unas 15 agrupaciones pasar, el final del primer día de desfiles llegó.
El segundo día fuimos más temprano con la idea de fotografiar el barrio, fue así que llegamos a la sede de la comparsa C1080, que se encontraba preparándose para su presentación. Esta comparsa representa el barrio Sur, su nombre se debe a la dirección de donde se encontraba uno de los conventillos del barrio. Esa noche se presentaron las mejores comparsas, las cuales competían por el primer lugar. La noche transcurrió a ritmo de tambor entre niños que corrían jugando con las banderas y niñas que bailaban imitando a las bailarinas. Los vendedores de espuma gritaban llamando la atención de la gente mientras una larga fila para comprar un choripán y una cerveza parecía no moverse. Choripán 70 pesos uruguayos, cerveza en lata 40 pesos uruguayos.
Como cerca de la medianoche los desfiles vinieron suspendidos, un chaparrón de agua postergó las llamadas hasta el otro día, habían quedado màs de diez agrupaciones que todavía tenia que presentarse, pero eso no quitó las ganas de estos tamboreros que se encontraban desfilando y bajo el agua siguieron tocando hasta terminar su caminata musical en la sede del grupo. Así también nosotros seguimos los tambores bailando hasta el ultimo compas.
La noche de llamadas llegaba a su fin, por lo menos por esa noche, al otro día desfilaron las ultimas comparsas y se dieron los resultados de los ganadores. Y como nuestros corazones se hicieron un poquito del barrio, el deseo se hizo realidad y la gandora fue justo ella! La del barrio… Cuaren 1080!
Como cerca de la medianoche los desfiles vinieron suspendidos, un chaparrón de agua postergó las llamadas hasta el otro día, habían quedado màs de diez agrupaciones que todavía tenia que presentarse, pero eso no quitó las ganas de estos tamboreros que se encontraban desfilando y bajo el agua siguieron tocando hasta terminar su caminata musical en la sede del grupo. Así también nosotros seguimos los tambores bailando hasta el ultimo compas.
La noche de llamadas llegaba a su fin, por lo menos por esa noche, al otro día desfilaron las ultimas comparsas y se dieron los resultados de los ganadores. Y como nuestros corazones se hicieron un poquito del barrio, el deseo se hizo realidad y la gandora fue justo ella! La del barrio… Cuaren 1080!
Colores en la cara |
Una foto maestro? |
Indumentaria |
Alegria |
Nosotros teníamos otro programa para el otro día, visitar un tablado, un escenario para espectáculos públicos que se encuentran en cada barrio durante todo el carnaval. La entrada cuesta 50 pesos uruguayos.
Nosotros visitamos el tablado del museo, donde se encuentra el Museo del Carnaval, en la ciudad vieja, adonde se pueden apreciar antiguas vestimentas, instrumentos musicales, mascaras, fotos y videos documentarios que cuentan la historia de como nació el carnaval en Uruguay.
Se encuentra abierto todos los días de 11:00 a 17:00.
Se encuentra abierto todos los días de 11:00 a 17:00.
Dentro el tablado se servían comidas y bebidas. Un gran escenario, escalinatas y hasta una platea de sillas completaban la estructura de este teatro a cielo abierto.
Durante la noche se presentaron varios artistas agrupados en murgas, revista, parodistas y comparsas.
Vimos y escuchamos jóvenes y consagrados artistas uruguayos de gran talento, entre ellos la «Revancha de los utileros» y el màs conocido «Kanela», que con sus 83 años continua realizando espectáculos y bailando con su comparsa «Tronada de Tambores».
La noche fue pasando en el tablado del museo como también nuestra estadía en Montevideo, una ciudad de puerto donde la música navega en el cotidiano de sus habitantes.
Mañana continua nuestro viaje por el Uruguay. Nuestro próximo destino, Barra de Valizas.